TODO LO HIZO POR AMOR

Hace algunas décadas atrás, una familia en los Estados Unidos tuvo que pasar por diferencias circunstancias amargas. Primero la pérdida de la madre de ese hogar llegó a ser traumático para su esposo y los cinco niños que habían quedado huérfanos. Pero no todo quedaba allí; un día el papá decidió ir al supermercado dejando a sus hijos a cargo de la hija mayor que apenas llegaba a la adolescencia. En su ausencia un incidente alarmó a todos en casa. Un incendio inesperado estaba abrazando todo a su paso, cortinas, alfombras y demás rápidamente. La joven se apuró para salvar a sus hermanitos logrando sacar a dos de ellos con rapidez. Cuando regresó, en medio del humo vio a su hermanito tendido en el suelo casi asfixiado y con esfuerzo lo llevo afuera de casa. Solo quedaba su hermanita menor de 5 años que estaba durmiendo en el cuarto de arriba. Corriendo por las escaleras, la despertó y cargo para llevarla a salvo pero al llegar a la puerta de la casa, la pequeña ignorando el peligro, se le soltó y grito: “un momento, debo buscar mi osito de peluche”. Así que adentro de casa nuevamente la joven tuvo que rescatar a su pequeña hermana pero esta vez cuando quiso regresar a la salida, las llamas ya habían obstaculizado el camino. Desesperadas, la hermana mayor se echó sobre su hermanita y le hablo al oído: “no temas, yo te amo” pasaron los minutos y finalmente los bomberos hicieron su aparición. Apagado el incendio encontraron el cuerpo de la joven ya muerta y para sorpresa de todos, la niña de cinco años había sobrevivido gracias a la protección que había recibido. Años después esa sobreviviente declaro a una reportera: “no recuerdo los detalles de lo que paso.. Pero si de algo estoy segura es que mi hermana murió por mí, y todo lo hizo por amor”. Amigo lector, la historia citada nos lleva a pensar en lo que hizo el hijo de Dios. Pablo escribió: “el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (gal 2:20). A pesar de nuestros pecados: “Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Rom 3:22-23) y de no merecer la vida eterna, El en Su infinito amor vino a morir en nuestro Lugar: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Rom 5:8). Te exhortamos a pensar en la brevedad de la vida, en el peligro eterno que acecha al que no tiene la salvación y a ir por fe al calvario para contemplar lo que el Hijo de Dios hizo a tu favor. Su muerte y resurrección es lo único que garantiza la vida eterna y su sangre poderosa para limpiar el corazón del pecador arrepentido y que deposita su fe en Jesucristo. “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3: 36). Desde la gloria el Salvador vino a morir por el pecador. Hasta la cruz fue con gran amor: Él murió por mí. Él murió por mí, Él murió por mí; canto con gozo de mi Señor, (A.M.H.M.)

Comentarios

Entradas populares